Hey there! Zack Taylo está de vuelta.
Para alguien como tú, que vive en una época de paz y prosperidad, quizás no significa mucho, pero los más grandes se emocionan tan solo al escuchar mi nombre.
Soy uno de los responsables de que hoy vivas en un mundo más tranquilo y con menos monstruos. En mi juventud, fui parte del grupo elite de combate elite más elite que haya existido en la historia. Mi arma era el hacha de la justicia, y mi escudo el mastodonte de la victoria. Yo el único, original e inigualable Zack, el Afroamerican Ranger de los Mighty Morphin Power Rangers.
Salvamos a la humanidad más veces que nadie, y en una época con amenazas reales (y no esas tonteras del calentamiento global). Nuestra archienemiga era la temible bruja Rita, una loca menopausica y sobremaquillada que, desde su mansión en la luna, enviaba semanalmente monstruos a la tierra con tal de dominarla. Arriesgábamos la vida por la gente común y ordinaria como tú, y dábamos valiosas lecciones morales al final de cada épica hazaña.
Todos querían ser como nosotros, incluso Superman y Batman audicionaron para ser parte del equipo, pero no tenían manera de héroe. Terminator y Rambo tampoco tenían el talento. Solo adolecentes con estilo como nosotros estábamos capacitados para poder manejar robots con armas laser de 20 toneladas en medio de zonas urbanas.
Luchábamos por todo lo bueno, vestíamos mallas spandex de diseñador, usábamos armas láser y manejábamos robots gigantes con formas de dinosaurios.
Estábamos en la tele, en el cine, en los videojuegos y en tu corazón. Salía a la calle, y ahí estaban los niños con mi cara en sus poleras, jugando a que le pateabamos el culo a Satanás. Admirados por los pequeños, deseados por las mayores, éramos la fantasía de cualquier ser viviente. Estábamos en la cima del fucking mundo. But nothing’s fo eva’.
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